La decisión de Nicaragua de ceder a una empresa china la concesión hasta por cien años para construir un canal interoceánico entre el Atlántico y el Pacífico ha causado polémica al interior del país centroamericano, suspicacias en Colombia y expectativa en Costa Rica.
El gobierno nicaragüense entregó la concesión al HK Nicaragua Canal Development Investment Co., Limited (HKND Group) por 100 años para edificar la mayor obra de ingeniería jamás construida en Centroamérica: un canal interoceánico más grande que el de Panamá, con vías húmeda y seca, aeropuertos, zonas francas y puertos de aguas profundas en las costas del océano Pacífico y el mar Caribe.
El costo de la infraestructura está calculado en US$40.000 millones, su construcción tardará diez años, según los cálculos del gobierno, y atravesará el mayor reservorio de agua dulce de Centroamérica, el lago Cocibolca o Gran Lago de Nicaragua.
La Mesa Nicaragüense ante el Cambio Climático, que aglutina a más de 20 organizaciones ambientales del país, cuestionó 62 artículos de esta legislación y de la Ley de Concesión a los Servicios de Inspección No Inclusiva a los Puestos de Controles y Fronteras para la Seguridad Nacional, aprobada junto a la primera.
El Centro Humboldt, dedicado a temas ambientales, calculó que HKND Group va a tener el control de 40.000 kilómetros cuadrados de Nicaragua, equivalentes a casi el 30 % del territorio seco de este país.
Tras intentar sin éxito cambiar la propuesta de la nueva legislación, el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), principal grupo empresarial de Nicaragua, anunció que recurrirá de inconstitucionalidad contra la ley de la concesión.
Según los empresarios, la ley perjudica la propiedad privada y las reservas del Banco Central de Nicaragua (BCN), ambas protegidas por legislaciones previas que están vigentes.
La propiedad privada se ve afectada porque la legislación habla de pagos por expropiaciones, según el valor catastral o de acuerdo a la conveniencia de HKND Group, según el Cosep.
Las reservas del BCN estarían en riesgo porque la ley indica que el Banco no puede apelar a su inmunidad soberana si los accionistas entran en disputa con Nicaragua.
Los grupos de oposición y sociedad civil prometieron que la primera protesta no será la última acción contra las leyes del canal.
Está pendiente saber lo que pasará con las comunidades rama y creole, cuyas tierras son propiedad de comunidades indígenas. Una representación de esos pueblos protestó en el parlamento el pasado jueves, el día que aprobaron la ley.
Pero la controversia del Canal de Nicaragua no se limita a las fronteras de este país.
Este proyecto no fue bien recibido en Colombia, que en noviembre pasado sufrió un revés legal ante Nicaragua, luego de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya le restituyera al país centroamericano un área que Managua calcula en 100.000 kilómetros cuadrados en el mar Caribe, administrado por Bogotá durante 84 años.
Colombia no reconoció el fallo y, según reportes de prensa del país sudamericano, hay miembros del senado colombiano que creen que China podría estar detrás de la decisión de la Corte, con el canal interoceánico bajo la manga. Nicaragua no tiene relaciones diplomáticas con China continental.
Costa Rica, que el año pasado advirtió a los representantes de HKND Group que no considerara la ruta por el río San Juan de Nicaragua porque está próximo a una zona de litigio internacional, vio "con agrado y entusiasmo" el anuncio del canal, pero dejó saber sus reservas.
A pesar de que Nicaragua confirmó que el canal se construirá lejos de la frontera con Costa Rica, San José dio a conocer que esperará a que el trazado de la obra sea definido para emitir sus consideraciones.
La apuesta nicaragüense es que la construcción del canal haga crecer al país en 10,8% en 2014, una cifra superior al 4% o al 5% que crecería sin la obra. Más aún, Nicaragua espera crecer 15% en 2015 con el canal.
HKND Group proyecta que para 2030 el volumen de transacciones comerciales a través del canal de Nicaragua habrá aumentado en 240% respecto a las cifras actuales.